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Gasol y Bynum pisan a 'Darántula' y sus secuaces


Los imberbes Thunder mojaron la oreja a los Lakers en Oklahoma City, pero esto son los 'playoffs' de la NBA y la veteranía es un grado. En la vuelta a Los Ángeles los de púrpura y oro se pusieron el traje de faena para pisar a 'Darántula' y sus secuaces, dejándoles un mensaje bien claro de cara a lo que quede de serie: "Somos los Lakers, somos los campeones y vosotros, de momento, sólo sois unos chavalillos".
Un parcial de salida de 14-1 rompió el partido desde su arranque. Los Thunder saltaron al parquet del Staples acongojados, y los Lakers olieron la sangre del animal herido y no tuvieron compasión.
Andrew Bynum, que se cansó de hacer mates y que campó a sus anchas por la pintura, y Pau Gasol, tan sobrio, altruista y eficiente como siempre, fueron una auténtica pesadilla para unos Thunder que no tienen ningún cinco de garantías (Ibaka es un 'cuatro') para poder hacer frente a las 'torres gemelas' californianas.
Los mates de Bynum (21 puntos y 11 rebotes) se llevaron las ovaciones del público, mientras que Pau coqueteó con el 'triple-doble'... hasta que Phil Jackson decidió no darle ni un minuto en el último cuarto. 25 puntos (15 de ellos en el tercer cuarto), 11 rebotes y 5 asistencias en apenas 29 minutos dan fe del brutal partido del de Sant Boi.

En lo que respecta al duelo particular que mantuvieron Kobe Bryant, tocado y lejos de su mejor estado de forma, y Kevin Durant fue bastante descafeinado. Kobe se picó un par de veces con él y le superó en esos uno contra uno, pero la gran superioridad angelina le quitó morbo al duelo.

El partido, decidido mucho antes del descanso, sirvió para que los Lakers recuperasen a un Ron Artest desaparecido en toda la serie. El polémico y díscolo alero se reencontró con su tiro y volvió a parecerse al agresivo defensor que hacía temblar a los mejores exteriores de la NBA. Sin duda alguna una gran noticia para Phil Jackson.
Los Thunder pecaron de inmadurez, lo que no quita que todavía estén en disposición de darle un buen susto a los Lakers, tal y como demostraron en Oklahoma City.